lunes, 4 de noviembre de 2013

Amorgos, el aroma original del Mediterráneo.


Una de las más de 300 capillas ortodoxas de Amorgos.
Es difícil no quedarse absorto ante un paisaje mediterráneo de montes que se precipitan hacia las aguas cristalinas en calma. Sin duda constituye una de las estampas más asociadas al turismo. Sin embargo los excesos (que desgraciadamente conocemos bastante bien en España) hacen cada vez más difícil que la mano del ser humano no sea la verdadera protagonista.

Uno de los lugares donde esa relación entre hombre y naturaleza se hace más patente son las islas griegas del Egeo. Es cierto que hay algunas totalmente masificadas (Mikonos o Santorini), pero para eso Grecia tiene más de cien islas habitadas.

Una tranquila plaza en Chora.
El nombre de Amorgos no les dirá nada. Es más, a Homero le incordiaba su “desnudez”, y a romanos y bizantinos les venía muy bien para sus exilios políticos. Y precisamente su pasado aislado ha permitido conservar la originalidad de la que hace gala hoy en día. Todo lo que esperamos encontrar en una isla helena lo tenemos aquí: Sus casas blancas irradiando luz, sus pequeñas capillas mirando al mar (cuanta con más de trescientas), sus calas y sus terrazas donde ver ponerse el sol degustando las exquisiteces de la cocina griega. Pero cuenta con la ventaja de que allí nada es impostado ni masificado, y los precios se ajustan a la realidad, es posible encontrar apartamentos y hoteles por menos de 30€ la noche en habitación doble.

Pero Amorgos aún alberga un tesoro más. El increíble monasterio de Panagia Hozoviotissa, que se aferra a un acantilado a trescientos metros sobre el mar. Una joya de la arquitectura que casi tiene mil años, y que en su punto más estrecho apenas mide un metro y medio. Además se encuentra a un paseo de media hora de Chora, la capital. La isla también es famosa por ser el lugar elegido por Luc Besson para rodar El gran azul.

El monasterio de Panagia Hozioviotissa es una maravilla
arquitectónica con casi diez siglos
Existe una pega para disfrutar de esta parte de las Cicladas: Cómo llegar hasta allí, porque sólo se puede hacer por barco. Existe una conexión con las cercanas Santorini y Naxos, que disponen de aeropuerto. Aunque la opción más verosímil es acceder desde el puerto de El Pireo, en Atenas. Atención, porque el trayecto dura 7 horas, y llega a las 2 de la mañana a Katapola (el principal puerto de la isla). La vuelta sale a las 6 de la mañana del puerto de Amorgos. La solución está en los taxis, acostumbrados a estos horarios. Para movernos por la isla existe un servicio local de autobús, un servicio de alquiler de coches y de bicicletas. También hay un barco que navega entre Katapola y el puerto de Aegiali, otra localidad con encanto. Y para los amantes del senderismo, decenas de kilómetros de maravillosas vistas sobre el Egeo.
Los tres azules que jalonan las islas griegas: el mar, el cielo y las cúpulas.