miércoles, 16 de octubre de 2013

Trakai, el equilibrio entre el bosque y la historia

Una inmensidad de aguas cristalinas escoltan al castillo.
Cuesta imaginarse que mientras Colón ponía el pie sobre las indias, el país más extenso en Europa era Lituania, desde el Báltico hasta el Mar Negro, con Bielorrusia y media Ucrania bajo sus dominios. La historia ha ido arrinconando al pequeño estado báltico, sin embargo el pasado glorioso que disfrutó nos ha legado un monumento increíble: Trakai.

Para comenzar diremos que es el único Parque Histórico Natural de Europa. Histórico porque el castillo fue sede de la corte en el momento más álgido de Lituania, bajo el reinado de Vytautas el grande, allá por los albores del siglo XV. Y natural porque el enclave es también de ensueño. Hay cinco lagos que bordean la ciudad y la convierten en una fortaleza por sí misma, pero rodeada por cristalinas aguas tranquilas donde poder pasear en barca (se alquilan desde botes de remos hasta pequeños yates con patrón, y hay excursiones por menos de 6€) o pescar.

El castillo es de piedra, ladrillo y madera, una construcción típica del gótico báltico.
Entrada principal al castillo.
Tras el traslado de la capital a Vilna, el castillo fue deteriorándose, y tras iniciarse una reforma en periodo soviético, unas plabras de Nikita Jruchev en las que decía que restaurar el castillo significaba revivir el poder feudal de Lituania, paralizaron la obra. Hoy es un museo (15 Lt., unos 4€), que cuenta con varias colecciones de la época medieval lituana, y con geniales ambientaciones de torneos de la época y festivales de canto, ópera y conciertos.

En cuanto a la ciudad, apenas cuenta con 5.000 habitantes. Está enclavada en una península,  lo que nos proporciona un agradable paseo a la orilla de los lagos. Aunque si hacemos esto, nos perderemos las pintorescas construcciones del interior: típicas casas con remates de madera y muy coloridas. Además cuenta con una iglesia ortodoxa y una sinagoga, puesto que Trakai tuvo una gran colonia judía de la poco usual facción Caraíta. Tras la II Guerra Mundial muchos fueron asesinados, aunque todavía resisten algunas decenas de ellos. Incluso tienen un museo etnográfico (4.lt, algo más de1€).
Típicas casas de Trakai.

Trakai es la excursión por excelencia para los visitantes de Vilna. Está situada a unos 20 km de la capital, y el viaje en autobús no supera la media hora ni los 2€ por trayecto. Existe la posibilidad de ir en tren por un precio similar, pero hay que hacer un transbordo. Además nos perderíamos la maravillosa experiencia de los autobuses lituanos. En coche es muy accesible, pero es recomendable aparcar en alguna casa particular que nos ofrezca su terreno a un precio asequible.

Aunque lo más normal es el viaje de un día, también existe la posibilidad de alojarse en Trakai. Los precios van desde los 30 euros por habitación doble. Abunda la fórmula de apartamentos y de los Bed&Breakfast, aunque hay algún hotel incluso con Spa. En cuanto a los restaurantes, hay variedad y los precios son realmente asequibles.

No olvides visitar la página de Lituania, y echar un vistazo a la fotogalería.

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