El potencial turístico de Malta es tan grande que sería imposible
darle cabida en un artículo. Por eso vamos a centrarnos en un destino que sólo
con el nombre nos produce una placentera sensación: Gozo.
Bueno en realizad es el nombre en castellano, su nombre
oficial es Għawdex. Y sí, la letra h lleva una especie de sombrero,
porque el idioma oficial de Malta es el maltés, el único idioma semítico
(familiares del árabe o hebreo entre otros) que se escribe con alfabeto latino.
Este dato nos da idea de la mezcla cultural que nos espera en este pequeño
archipiélago mediterráneo.
Espectacular iglesia para un humilde pueblo, Xewkija |
Pero volviendo a Gozo, estoy seguro que lo primero que vais
a visitar es Mġarr. Es el puerto del ferry, el único transporte que une Gozo
con la isla de Malta. Carece de encanto alguno, salvo la vista sobre la iglesia
de Ghajnsielem. Pero deberíamos encaminarnos directamente hacia la capital de
la isla: Victoria.
Los cerca de 7.000 habitantes de esta localidad (también
conocida como Rabat) están a la sombra de la sensacional ciudadela, de origen
aragonés. Atravesando la muralla nos encontraremos con la catedral de la Asunción, sobria por fuera y soberbia por dentro, como todas las de Malta.
Destacan los mármoles coloridos, inclusive en las tumbas de los caballeros que
yacen bajo nuestros pies. Las callejuelas adyacentes se pueden contar con los
dedos de una mano, pero poseen ese encanto de las cosas pequeñas.
Lamentablemente ha estado abandonada mucho tiempo, pero gracias a un proyecto
de reconstrucción de la UE, podemos recorrer la muralla y contemplar las
tremendas vistas de toda la isla.
El uso de los templos de Ġgantija no está claro todavía |
Pese a la monumentalidad de la diminuta capital, hay otros
dos destinos que hacen que merezca la pena el pasaje desde Malta. El primero,
los templos megalíticos de Ġgantija. Su nombre quizá no os suene, pero constituyen
una de las construcciones levantada por el hombre más antiguas del mundo que se
conoce, por delante de otros más famosos como las pirámides de Egipto o Stonehenge.
Pese a lo importante del lugar, la visita no es espectacular, más allá de la
extraña sensación que nos deja contemplar como humanos de hace 5.000 años
grababan extraños símbolos en las piedras.
El otro destino imprescindible es el Azure Window. Mucho más
prosaico en lo cultural, es la obra maestra de la isla. Una caprichosa
formación del acantilado que genera la sensación de estar mirando por una ventana
al mar. Además en las inmediaciones se encuentra el mar interior de Dwejra,
conectado al mar por una misteriosa cueva por donde se cuelan pequeñas barcas
camino al Mediterráneo. Una fisura parece amenazar la preciosa estampa, por lo
que no debes perder el tiempo o tendrás que conformarte viéndolo en Juego deTronos o El Conde de Montecristo.
Las olas construyeron el Azure Window, y pueden ser su ruina |
Para completar la visita podríamos merodear por cualquiera
de las torres de vigía de origen caballero, la cueva donde aparentemente
habitaba Calipso (la sirena que atrajo a la tripulación de Ulises en la
homérica Ilíada) o la bonita playa de Ramla. Sin embargo el principal atractivo
de Gozo es el turismo sosegado que nos ofrece, con una gastronomía mediterránea
y local, con un clima y un paisaje tan mágicos que nos invita a quedarnos
contemplando el horizonte eternamente.
El sistema radial de autobuses conecta Victoria con
cualquier punto de la isla, incluido el ferry que nos traerá desde Malta. Las
carreteras son estrechas y están pésimamente señalizadas, pero con un tráfico escaso.
El alojamiento ofrece resorts y apartamentos para el amante del sol, pero
también hoteles con encanto. Los precios suben en verano, pero por unos 60€
podemos encontrar alojamientos adorables. Como la propia isla de Gozo. Una
miniatura enorme.
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